domingo, 13 de febrero de 2011




-¿Crees que no te quisieron demasiado?
Ella volvió la cabeza y me miró fijamente hizo un gesto afirmativo.
- Yo diría que entre un "no lo suficiente" y un "nada de nada". Siempre estuve hambrienta. Aunque sólo hubiera sido una vez, hubiera querido recibir amor a raudales. Hasta hartarme. Hasta poder decir "Ya basta, estoy llena, no puedo más"
-¿Y lo has conseguido?
- No es tan fácil como creía. Quizá sea por haber esperado tanto tiempo, pero ahora busco la perfección. Por eso es tan difícil.
- ¿Un amor perfecto?
- ¡No hombre! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo. Vuelves jadeando y me lo ofreces " Toma, tu pastel de fresa". Y te suelto: "¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo" Y lo arrojo por la ventana. Eso es lo que yo quiero.
- No creo que eso sea amor.
- Yo creo que el amor es eso, pero nadie me comprende. Para un cierto tipo de personas el amor surge con un pequeño detalle. Y si no, no surge.




Últimamente observo mucho las parejas de mi alrededor, cierto es que la paja se ve siempre mejor en el ojo ajeno. Hoy mientras llegaba de fiesta ya a la nube llegue a la conclusion de que las mujeres no buscamos parejas, sino mayordomos. Es triste porque sentencia tambien servidumbre con una misma. Y tambien porque me parece que seria bonito el cuidado mutuo de igual a igual...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo sí creo en ese cuidado mutuo. Lo he visto y lo he vivido, y es lo más bonito. A veces llega a veces se va, pero no creo que sea cierto que las mujeres (así cómo género) busquen mayordomos. Tampoco lo creo a la inversa, que los hombres busquen sirvientas. Las y los hay que buscan eso. Pero por suerte no son tod@s