jueves, 20 de enero de 2011

Cuando no existe isla o destino.

"Al principio te sentarás lejos de mí en la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poquito más cerca... Si vienes, por ejemplo, a las 4 de la tarde, desde las 3 ya empezaré a ser feliz. A medida que avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las 4 me angustiaré y me sentiré inquieta, pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón..."

No hay comentarios: